nuevos espacios de protagonismo popular

En 1988, Luis Brunati escribió la nota que sigue: La destrucción de nuestro tejido social, exige hoy poner en marcha mecanismos capaces de romper el nefasto circulo vicioso descrito, donde la crisis estructural político-económica se convierte en garantía de consolidación de un régimen social injusto, al desarticular los tradicionales mecanismos de defensa de los sectores más postergados. Buscar nuevos y más eficaces métodos de organización popular que permitan descubrir que el planteo meramente reivindicativo es una trampa mortal para las mejores intenciones, cuando no conducen a modificar relaciones de poder, constituye el desafío de la hora. Insertar la fuerza social que rodea la demanda, el reclamo, la protesta, en un modelo organizativo tendiente a variar el “sistema” que da origen a las injusticias que se denuncian, permite progresar sensiblemente en la identificación de causas y no sólo en la visualización de efectos, incorporando a esa fuerza social a un plano decisivamente superior en la permanente lucha por la construcción de una sociedad más justa. Acercar los resortes de poder al pueblo y disminuir la intermediación que convierte a la política en una actividad de “entendidos”, comporta sin duda un importante avance en la modificación del actual “equilibrio vigente”. Socializar la información y desmitificar la función pública como privativa de un sector supuestamente erudito en las “Cuestiones de Estado”, constituye un avance esencial en el desarrollo de un sistema democrático verdadero. La incorporación de las organizaciones libres del pueblo, a través de un mecanismo adecuado a la vida social y política de los municipios, sobre las bases de una accionar solidario, permitiría recuperar vastos sectores otrora efectivamente integrados a la discusión de los grandes problemas de la Nación y ahora marginados por la desocupación, el subempleo, el “sálvese quien pueda” y la cultura de la especulación. La incorporación de los sectores naturalmente más proclives a comprometerse con los cambios sociales, la identificación de nuevas formas de organización y la necesidad de encontrar canales de participación compatibles con las dificultades económicas y sociales que afrontan justamente los sectores de más bajos recursos, hace necesario, impostergable, el desarrollo de éstos y otros espacios de protagonismo popular.